No puede ser
El año pasado teníamos la ilusión de hacer a nuestro nieto, el unico que tenemos, de momento, Manué se llama, bisnieto de Manuela, nieto de Manuel, hijo de Manuel y sobrino y primo de Manuelas y Manueles, todos capiruchos negros, inscritos algunos, todos en el alma y de corazón, Romero aunque en el segundo apellido ¡qué le voy a hacer!, .
Manué así me gusta llamarle no conoce Valverde, si al Señor del Santo, a la Virgen del Reposo, las habaneras, la jara el romero, los regajos y también a muchos valverdeños, masconea como el primero, con solo cuatro años, digamos que apunta maneras de «puro tranca», de nuevo ¡qué le voy a hacer!
Los abuelos tenemos ciertas manías y muchas ilusiones para con nuestros nietos que hacemos lo indecible por, de un modo u otro, irles «calando» con goteo constante y perseverante aquello que conservamos en nuestra alma, en nuestro corazón.
El pasado año, con todo ya previsto y hablado con el Hermano Mayor de Los Negros, casualmente se llama Manuel y además Romero, ¡qué le voy a hacer!, convencidos ya los padres de Manué y todo a punto, por un imponderable de enfermedad, en el último momento tuvimos que suspender nuestro viaje para acompañar a Manué en el Acto solemne de inscribirse cómo hermano de nuestra entrañable Hermandad de «Los Negros» (simplifico porque me gusta más y para no tener que escribir toda la retahila) y recibir de manos de su Hermano Mayor la preceptiva medalla tal como nos fue impuesta a todos mis hermanos en abril de 1962.No pudo ser.
Este año he tenido una lamentable confusión ¡Ah, la edad! . Pensé que el Acto de las medallas coincidía con el Besapie del Señor, tenemos todo preparado, Manué mentalizado (El pobre, sevillista como su padre, decia a a «Manverde», no que el es de los blancos, del Sevilla), y la ida organizada, hoy vuelve de viaje de unos dias fuer con sus padres.
Ayer, contacté con el Hermano Mayor de los Negros para confirmarle que ibamos. Cual fue mi sorpresa cuando me comunicó que me había confundído y que es hoy, último día de Quinario, mañana era imposible porque tenian la asistencia del excardenal de Sevilla, Amigo Vallejo. Insistí, le dije que lo consultara con los demás componentes de la Junta de Gobierno. Me daba igual que fuera, antes, despues,en la Sacristía, donde ellos decidieran.
Hace unos minutos, he llamado a mi sobrino Manolo Romero, ¡qué le voy a hacer!, que es el Hermano Mayor, para vista la hora, saber qué hacer.
No, no puede ser. Ustedes señores mandamases de la Hermandad sabrán por qué.
Dios se lo pague, solía decir mi abuela Manolita.
¡¡Son cosas de abuelos!!